La violencia en Ucrania alcanzó un nuevo pico durante el mes de junio, con un número récord de víctimas civiles desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022. De acuerdo con la Misión de Monitoreo de Derechos Humanos de la ONU, al menos 232 personas murieron y 1,343 resultaron heridas en ataques registrados en distintas regiones del país, cifras que superan incluso los primeros meses de la guerra.
La jefa de dicha misión, Danielle Bell, expresó su preocupación ante el dramático aumento de hostilidades, señalando que los civiles están pagando el costo más alto. “Este nivel de sufrimiento humano no se había visto desde abril de 2022”, afirmó. El informe destaca que la mayoría de las víctimas se registraron en zonas alejadas del frente de batalla, afectadas por bombardeos aéreos nocturnos y ataques con misiles de largo alcance.
Durante el mes, Rusia intensificó el uso de drones y misiles contra ciudades ucranianas, con una frecuencia que batió récords, de acuerdo con datos de la fuerza aérea local y análisis independientes. Kiev, la capital, ha sido blanco recurrente de estos ataques, cobrando vidas incluso en áreas residenciales sin valor estratégico evidente. El informe subraya que esta táctica está diseñada para debilitar la moral civil y desestabilizar a la población.
La ONU estima que, desde el inicio de la invasión, más de 13,500 civiles han perdido la vida, aunque advierte que esta cifra podría ser mucho mayor debido a la falta de acceso a territorios ocupados por Rusia, como Mariúpol, donde miles habrían muerto durante el prolongado sitio a principios del conflicto. Las restricciones impuestas por las fuerzas ocupantes continúan impidiendo la verificación independiente de estos datos.