Por Redacción Contra Réplica

Políticas de migración frustran sueños

En lo que va de año, por la frontera entre Panamá y Costa Rica han cruzado cerca de 2 mil 500 personas, 95% menos que el año anterior.

Policías panameños impidieron el paso a una caravana de decenas de migrantes, la mayoría venezolanos, que cruzaron de Costa Rica a Panamá tras desistir de seguir a Estados Unidos por las dificultades de la travesía y las políticas de deportación de Donald Trump.

Un grupo de antimotines obligó a la caravana a retroceder a territorio costarricense para someterse a un proceso de repatriación ordenado. “Fuimos a buscar un sueño y una misión que no se pudo cumplir, y ahora vamos de regreso a casa de nuevo”, dijo a un migrante, en una carretera de Paso Canoas, unos 365 km al suroeste de Ciudad de Panamá.

Otros migrantes señalaron que también regresaban frustrados por “la situación en EU”, que endureció sus políticas contra la migración irregular bajo el segundo mandato presidencial de Trump.

Nosotros lo que queremos es pasar, irnos a nuestro país”, dijo el venezolano Andrés Paredes, quien regresa por “miedo” a sufrir hambre y dormir en las calles durante el camino para finalmente no poder entrar a EU.