El papa Francisco permanece internado en el hospital Gemelli de Roma por quinto día consecutivo debido a una infección polimicrobiana del tracto respiratorio. Su estado de salud ha despertado preocupación a nivel mundial y en las inmediaciones del hospital, donde ciudadanos y fieles expresan una mezcla de esperanza e incertidumbre sobre su recuperación.
De acuerdo con los reportes médicos más recientes, la condición del pontífice de 88 años es "estable" y sin fiebre, aunque su tratamiento ha sido modificado en varias ocasiones para responder a la complejidad del cuadro clínico. La Santa Sede ha informado que Francisco ha mantenido reposo y ha dedicado la mañana a la lectura de documentos y algunas actividades laborales.
Entre quienes esperan noticias en los alrededores del hospital, algunos se muestran optimistas. "Se necesita una persona como él en estos tiempos, alguien que hable de paz y esperanza", comenta Giovanni, un fiel que confía en su pronta recuperación. Sin embargo, otros son más escépticos. Filippo, otro ciudadano, considera que la falta de información detallada genera dudas: "Si la situación fuera mejor, lo habrían dicho de manera más clara".
Ante la evolución del papa Francisco, el Vaticano ha decidido cancelar su participación en todos los actos oficiales hasta el domingo, incluida la misa por el Jubileo de los Diáconos, en la que será sustituido por el cardenal Rino Fisichella. Además, queda la incógnita sobre si el pontífice podrá pronunciar el rezo del Ángelus desde el hospital o si será enviado por escrito, como ocurrió el fin de semana pasado.
La comunidad católica sigue atenta a los reportes médicos y espera más información en las próximas horas sobre la salud del sumo pontífice.