Un equipo internacional de arqueólogos, liderado por el investigador español Ignacio de la Torre, ha descubierto en la Garganta de Olduvai, Tanzania, las herramientas de hueso más antiguas jamás encontradas. Se trata de casi 30 cuchillos, algunos de hasta 40 centímetros de largo, tallados por el Homo erectus hace 1,5 millones de años. Este hallazgo, publicado este miércoles en la prestigiosa revista Nature, representa un “salto cualitativo en las capacidades cognitivas” de nuestros ancestros y arroja luz sobre una tecnología humana casi desconocida hasta ahora.
El primer cuchillo fue descubierto en 2015, pero no fue hasta 2018 que el equipo, codirigido por Jackson Njau de la Universidad de Indiana, desenterró varios más, confirmando su origen humano. “Estaba clarísimo”, recuerda De la Torre, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Estos cuchillos, hechos principalmente de huesos de elefante, muestran un filo dentado afilado con piedras y una punta aguda para clavar, similares a los utensilios modernos.
Tecnología avanzada para su época
Los cuchillos, que pesan hasta 1,7 kilos debido a su fosilización, fueron fabricados siguiendo un patrón establecido, lo que sugiere un conocimiento transmitido entre individuos. “Esto implica una tecnología que les permitiría no solo sobrevivir, sino defenderse y conquistar nuevos territorios”, explica De la Torre.
El hallazgo coincide con una de las primeras revoluciones tecnológicas de la humanidad: el surgimiento del Achelense, una técnica basada en herramientas de piedra más pesadas, como hachas de mano, que facilitaban el acceso al tuétano, una fuente crucial de calorías para el cerebro en expansión del Homo erectus.
Experimentos modernos con huesos de elefante
Para comprender mejor cómo se fabricaron estas herramientas, los investigadores utilizaron huesos de Yoyo, una elefanta africana que murió en 2024 en el Zoo de Barcelona. Tallaron cuchillos experimentales con sus húmeros y fémures, obteniendo herramientas más ligeras (de aproximadamente 1 kilo) que dan una idea de cómo eran las originales.
Implicaciones para la evolución humana
El Homo erectus, con una envergadura y un cerebro similares a los humanos modernos, fue la primera especie humana en abandonar África y expandirse por Europa y Asia. Este descubrimiento sugiere que estos homínidos no solo eran carroñeros, sino que podrían haber espantado a otros competidores para acceder a los cadáveres, e incluso podrían haber cazado.
Futuras investigaciones
De la Torre cree que estos no son los únicos cuchillos de su clase. “Puede ser que haya más, no hay que descartarlo”, coincide el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca. El estudio también establece una metodología para identificar este tipo de herramientas en otros yacimientos.
Un legado cinematográfico
El hallazgo evoca la icónica escena de 2001: Una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, donde un homínido descubre el uso de un hueso como arma. Aunque la teoría de la cultura osteodontokerática, propuesta por Raymond Dart en los años 50, sugería que los australopitecos ya usaban herramientas de hueso, este descubrimiento confirma que el Homo erectus llevó esta tecnología a un nivel superior.
Este hallazgo no solo redefine nuestra comprensión de la evolución humana, sino que también destaca la importancia de la Garganta de Olduvai como un tesoro arqueológico que sigue revelando secretos de nuestros ancestros.