El gobierno de Donald Trump ha anunciado la eliminación del estatus legal otorgado a miles de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, en una medida que forma parte de su política de endurecimiento contra la inmigración.
La orden afectará a aproximadamente 532,000 personas que ingresaron a Estados Unidos bajo el programa humanitario CHNV, implementado durante la administración de Joe Biden en 2022. Este programa permitía la entrada mensual de 30,000 migrantes provenientes de estos países, bajo un permiso temporal de dos años.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la protección legal de estos migrantes será revocada 30 días después de que la orden sea publicada en el Registro Federal, lo que significa que los afectados deberán salir del país antes del 24 de abril, a menos que logren obtener otro tipo de estatus migratorio.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han calificado la decisión como "cruel" y "desestabilizadora". Karen Tumlin, directora del Justice Action Center, advirtió que la medida "rompe el compromiso que el gobierno federal hizo con estos migrantes y generará un impacto devastador en miles de familias".
Por su parte, la abogada experta en migración, Nicolette Glazer, señaló que solo 75,000 personas han presentado solicitudes de asilo afirmativo, lo que deja a la mayoría en una situación de vulnerabilidad extrema.
Mientras tanto, Welcome.US, una ONG que asesora a migrantes, ha recomendado a los afectados buscar asesoría legal de inmediato para evaluar posibles opciones que les permitan permanecer en el país.
En paralelo, Trump ha intensificado sus medidas migratorias, invocando una ley del siglo XVIII para deportar a más de 200 presuntos miembros de una banda venezolana a El Salvador, país que ha ofrecido albergar presos migrantes en sus cárceles.
Este anuncio refuerza la postura de la administración Trump, que ha prometido implementar la mayor campaña de deportaciones en la historia de EE.UU..