En sus primeros 100 días de su segundo mandato, el presidente Donald Trump ha ejecutado una serie de acciones que han transformado radicalmente el panorama político y ambiental de Estados Unidos. Con la firma de 143 órdenes ejecutivas, Trump ha superado a todos sus predecesores en este período, enfocándose en desmantelar regulaciones ambientales, restringir derechos civiles y consolidar el poder corporativo .
Uno de los aspectos más controvertidos ha sido la eliminación de más de 140 regulaciones ambientales, superando incluso las acciones de su primer mandato. Estas medidas han afectado protecciones para el aire limpio, el agua potable y la fauna, y han revertido políticas clave sobre cambio climático . La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha justificado estas acciones como un impulso para la economía, aunque expertos advierten sobre las consecuencias para la salud pública y el medio ambiente .
En el ámbito de los derechos civiles, la administración ha intensificado políticas de deportación, incluyendo casos de ciudadanos estadounidenses, y ha utilizado agencias gubernamentales para perseguir a opositores políticos . Estas acciones han sido calificadas por críticos como un avance hacia el autoritarismo, con comparaciones a regímenes históricos que consolidaron el poder mediante la represión y la eliminación de contrapesos democráticos .
Además, Trump ha implementado políticas económicas que favorecen a grandes corporaciones y multimillonarios, reduciendo impuestos y regulaciones en sectores clave. Estas medidas han sido criticadas por aumentar la desigualdad y debilitar las protecciones para los trabajadores y las pequeñas empresas .
La comunidad internacional y diversos sectores dentro de Estados Unidos observan con preocupación estos desarrollos, señalando que las acciones de la administración Trump podrían tener efectos duraderos en la democracia, el medio ambiente y los derechos humanos.