Este 15 de mayo, Día del Maestro, miles de docentes en México no celebrarán con flores ni reconocimientos simbólicos, sino con una huelga nacional y movilizaciones masivas encabezadas por la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE). La protesta, que podría reunir a más de 300 mil profesores, tiene como objetivo exigir justicia laboral, educativa y social en un contexto donde las condiciones del magisterio siguen siendo precarias.
Pedro Hernández Morales, secretario general de la Sección 9 de la CNTE en la Ciudad de México y director de la primaria Centauro del Norte, advirtió que el Zócalo capitalino podría no ser suficiente para albergar a los manifestantes. La movilización partirá del Ángel de la Independencia y se espera que marque el inicio de una de las mayores protestas magisteriales de los últimos años.
Las exigencias del movimiento incluyen la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, mejoras al sistema de salud, democracia sindical y una reforma educativa verdaderamente emancipadora. Hernández, con 40 años de experiencia docente, lamentó que pese a los discursos oficiales sobre la revalorización del magisterio, los maestros siguen percibiendo sueldos quincenales de apenas 6 mil 500 pesos y pensiones que difícilmente superan los 10 mil mensuales.
La huelga ocurre en un contexto político clave, a menos de un mes de las elecciones del Poder Judicial, previstas para el 1 de junio. Hernández reconoció que el paro podría impactar el desarrollo de los comicios si el gobierno no responde a las demandas. “Esta vez la decisión es unánime”, afirmó, recordando que las demandas actuales no han cambiado desde la llamada “primavera magisterial” de 1989: mejores salarios y democracia sindical.