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Cuestión de algortimos

Hace unas semanas en una reunión con colegas directores de agencias de publicidad, un tema recurrente en la conversación fue los constantes cambios en las interfaces y algoritmos de Facebook tanto para usuarios como para creadores de contenido.

Y es que, hace cinco o seis años era relativamente sencillo crear una página para cualquier fin comercial, administrarla era casi tan sencillo como el hacerlo con el perfil personal de cualquier usuario, eso si, existían herramientas profesionales mucho más precisas para medición y segmentación de mercados, pero nada de eso era obligatorio conocerlo para simplemente seguir impulsando una página y, en muchos casos, incluso teniendo éxito en mayor o menor medida dentro de los usuarios.

Ahora, varios años después es difícil entender todos los cambios que Meta (ahora su nombre corporativo) ha hecho en la red social más grande del mundo. Más de una doce de funciones ahora se encuentran ocultas en un nuevo lenguaje de terminología social y submenús dentro de sus páginas, o simplemente inaccesibles a no ser que instalemos la suite de negocios que la empresa se esfuerza tanto en hacer que sus usuarios utilicen.

La creación de públicos y segmentaciones de mercado a dejado de ser un proceso relativamente sencillo y al mismo tiempo complejo para quienes quisiera imprimir un nivel “artesanal” en la creación de públicos por opciones y herramientas diseñadas casi exclusivamente para hacer gastar más dinero a los gerentes encargados de administrar páginas en dicha red social.

Incluso las cosas se han puesto aún más confusas si hablamos de entender el tipo de contenidos que reciben el privilegio de ser mostrados primero en la línea del tiempo de los usuarios en FB. Mientras hace dos o tres años con subir una imagen garantizaba una buena interacción, después pasó a ser imágenes con poco texto, después ya no eran imágenes ahora son videos, y actualmente, parece ser que son videos cortos (al estilo de las stories y los reels).

Los cambios de formato son difíciles de entender, porque si bien hay páginas de hace años con públicos cautivos que pueden subir una fotografía “equis” (como se dice coloquialmente) y obtener buenos resultados en interacción, las páginas nuevas en el mismo FB muchas veces no logran obtener nada de interacción si no se implementan al menos una docena de estrategias.

Muchos gerentes han optado por ser sus propios vendedores de “puerta en puerta” entrando a docenas de grupos para compartir sus propios contenidos publicitarios, al mismo tiempo de que han tenido que invertir cantidades mucho mayores de recurso publicitario para obtener el mismo o menor rendimiento en alcances e interacciones que hace unos años se lograba con una fracción del recurso invertido actualmente.

Para muchas personas, todos los cambios a nivel publicitario que implementa Meta son poco menos que irrelevantes,  situación agudizada por la baja en usuarios activos y la migración masiva del público joven hacia Instagram y Tiktok, así que como dicen muchos analistas quizá también ya no valga la pena quebrarse tanto la cabeza con los cambios en los motores publicitarios de meta diseñados para Facebook.