titulo_columna
El Mirador
Redacción

La violencia vicaria

La violencia vicaria

 

Recientemente, en México, la violencia vicaria ha comenzado a reconocerse y a tipificarse como un delito. Esto representa un avance en la protección de las mujeres, pero también en la protección de niñas y niños que son agredidos directamente cuando este tipo de violencia en específico se hace presente en el núcleo familiar.

 

La violencia vicaria se define como el tipo de violencia en la cual el agresor busca hacer daño a una mujer a través de sus hijas o hijos. Este daño puede consistir, por ejemplo, en sustraer a las y los menores de edad sin el consentimiento de la madre, mentir a las niñas y niños para que se pongan en contra de ella o, incluso, en hacer daño físico a las propias hijas e hijos simplemente para provocar dolor y angustia a la mamá.

 

Una de las organizaciones en México que trabaja para erradicar esta violencia es el Frente Nacional Contra Violencia Vicaria (FNCVV), el cual está integrado por madres víctimas que dan acompañamiento a mujeres que atraviesan por una situación similar a la suya.

 

De acuerdo con este Frente, las infancias afectadas por la violencia vicaria suelen ser atravesadas por cuatro tipos de violencia específicos que te explicamos a continuación. Infórmate y pon atención a las señales de alerta para poder ayudar a las víctimas de la mejor forma posible.

 

Las 4 violencias contra las infancias víctimas de violencia vicaria

El primer tipo de violencia a la que se exponen niñas y niños es la violencia familiar. En esta violencia las víctimas son ellos mismos y sus madres, quienes pueden ser maltratados física, psicológica, sexual, patrimonial o económicamente.

 

Hay momentos en los que la violencia familiar puede desembocar en la ruptura del padre y la madre. Ante esta situación, precisamente, se puede presentar otro tipo de violencia: la sustracción de hijas o hijos. Las niñas y niños pueden ser obligados a romper su relación con su mamá de manera inmediata y violenta, lo que puede generar angustia tanto a ellos como a sus madres.

 

Un tercer tipo de violencia se da cuando las hijas e hijos ya están separados de sus madres; es decir, cuando se encuentran con la familia paterna. Aquí pueden ser víctimas de otros tipos de violencia en complicidad de abuelos, abuelas, tías o tíos, quienes solapan esta situación aún conociendo las circunstancias alrededor de ella.

 

Finalmente, las niñas y niños experimentan otro tipo de violencia cuando regresan con sus madres. En esta etapa se dan cuenta de los engaños y mentiras de los que fueron víctimas por parte de sus padres, lo que puede generarles confusión, angustia y diversos problemas psicológicos.

 

Si te has separado de tu pareja y crees que tus hijas o hijos pueden estar siendo víctimas de violencia, no dudes en buscar acompañamiento. Puedes hacer click aquí para conocer un directorio de organizaciones que te ofrecen acompañamiento en estos casos. ¡No estás sola! Hay una red inmensa y sorora dispuesta a apoyarte.