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Gustavo Candia
Opinión

Lo irónico de las consecuencias de lo políticamente correcto.

Al parecer desde hace unas semanas, el famoso programa de televisión denominado “LA CASA DE LOS FAMOSOS” ha sido tema de discusión a nivel nacional, esto es así, debido al comediante llamado Adrián Marcelo, un joven de Monterrey, influencer, comediante y empresario, que ha dado mucho de que hablar a la sociedad mexicana, pues su forma de ser tan disruptiva y nada “políticamente correcta” lo ha llevado ha estar en el ojo del huracán, trayéndole varias consecuencias que merecen ser analizadas, pues al parecer su salida de dicho reality show, se debió a una supuesta violencia de género, derivada de una discusión entre el comediante y su compañera Gala Montes, en el video que ya ha circulado por más de una red social, se ve como discuten de forma acalorada. Pelea que se hizo viral en redes sociales, etiquetando al influencer Adrián Marcelo de misógino, machista y de haber incurrido en una violencia de genero hacia su compañera, por haber comentado “Es una completa ironía”, dijo en su defensa Marcelo. “Por la bajeza que sufrí por parte de Arath y Gala al inferir que mi estancia aquí ha sido para maltratar mujeres, para violentarlas. Incluso Gala se atrevió a decir, para exhibirme, que teme por la seguridad de sus compañeras”, denunció el concursante para volver a cargar contra su compañera. “Sabía a lo que venía con una mujer inestable que necesita medicarse tres veces al día para estar en la competencia y, bueno, una disculpa a ti y a todas las mujeres si lo tomaron como tal. Fue una broma”, sentenció; trayendo como consecuencia que los medios de comunicación empezaran ha atacarlo y a censurarlo, no conforme con ello, varias empresas de centros de espectáculos le han cerrado ya las puertas para sus presentaciones, cancelando con ello eventos que ya se tenían en varios estados de la república; esto sin mencionar que la ONU y la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México exigieron a los organizadores de dicho reality que tomaran cartas en el asunto.

La autocensura como práctica dentro de la sociedad es un fenómeno problemático que debilita la libertad de expresión, limita el debate público y afecta negativamente el desarrollo de una democracia robusta. Aunque algunas personas optan por autocensurarse por razones de convivencia o para evitar conflictos, la autocensura excesiva conduce a un entorno en el que las ideas y opiniones diversas no pueden ser expresadas abiertamente. Es crucial comprender que, cuando la sociedad se autocensura, se genera una serie de problemas que socavan la libertad individual y colectiva.

El principal problema con la autocensura es que restringe la libertad de expresión, uno de los pilares fundamentales de una sociedad democrática. Cuando las personas no se sienten libres de expresar sus pensamientos o ideas, se limita la diversidad de opiniones que pueden ser debatidas públicamente. La libertad de expresión no solo permite que los individuos comuniquen lo que piensan, sino que también es el medio por el cual la sociedad puede avanzar, cuestionar el status quo, y generar cambios.

La autocensura está a menudo impulsada por el miedo a la reacción pública, ya sea a través de críticas, rechazo social o incluso represalias más severas, como se puede reflejar en la era de las redes sociales, donde el temor a ser "cancelado" o ridiculizado puede hacer que muchas personas elijan guardar silencio. Sin embargo, esta tendencia genera un efecto negativo en el diálogo público. Un debate saludable requiere la confrontación de ideas opuestas y la posibilidad de que los individuos puedan expresar sus puntos de vista sin temor a represalias. Cuando se censuran o reprimen ciertas opiniones por miedo, se pierde la oportunidad de comprender una gama completa de ideas, lo que a su vez debilita la calidad del discurso y el progreso social.

Otro aspecto negativo de la autocensura es que fomenta el conformismo, pues en un entorno donde se castigan las opiniones disidentes o críticas, las personas pueden optar por alinearse con las opiniones dominantes, incluso si no están de acuerdo con ellas. Este conformismo impuesto no solo limita la capacidad de las personas para pensar críticamente, sino que también contribuye a la propagación de ideas erróneas o injustas, ya que no son cuestionadas o desafiadas.

La autocensura también afecta a la diversidad como sociedad, pues es natural que existan distintas formas de ver el mundo, diferentes valores, creencias y opiniones. La capacidad de convivir con la diferencia es un componente esencial de una sociedad pluralista y democrática. Sin embargo, cuando las personas sienten la necesidad de autocensurarse para evitar el conflicto, se mina la capacidad de respetar y aceptar la diversidad de pensamientos.

Esto parecería una absurda discusión de la farándula, pero en realidad esto se debería de tomar de manera sería, pues uno entendería que la Televisión plasma programas que son una ficción, que nada de lo que se ve es real y mucho menos en esa clase de realitys, que es un concurso que saca lo peor de las personas, ahora lo que tenemos que analizar querido lector es el acto de la “AUTOCENSURA”, como sociedad no podemos jugar al circo romano con la censura entre nosotros mismos, pues al final, el Estado tomará las cartas en el asunto y plasmará en la Ley la censura con la que tanto se estuvo jugando, hoy este personaje ficticio de “La Casa de los Famosos”, es víctima de censura  por parte de las grandes compañías, que han violado no solo un derecho humano, como su libertad de expresión y pensamiento, a este comediante, sino a todos aquellos que opinan al igual que Adrián Marcelo en uno o más puntos de vista; y, hablamos de la comedia, ahora sentémonos a pensar y preguntémonos hasta donde ha llegado este tema de autocensura, para no ser cancelado o funado dirían por ahí.

Lo irónico de todo esto es que, ¿Quién iba a pensar? Que lo “Políticamente Correcto”, sería la nueva forma de censurar la libertad de expresión, así como las ciencias naturales…