La agrupación de música regional mexicana Los Alegres del Barranco ha sido vinculada a proceso en Jalisco por presunta apología del delito, luego de proyectar imágenes de líderes del narcotráfico durante un concierto en Zapopan. En respuesta, su vocero, Luis Alvarado, comparó la situación con la censura que enfrentaron los Beatles en 1966 tras controvertidas declaraciones de John Lennon.
Durante una rueda de prensa, Alvarado lució una camiseta del cuarteto británico y afirmó: "Hoy traigo una camisa muy interesante, porque en 1966 cuatro músicos, también por una entrevista, fueron imputados, cancelados, perseguidos e investigados". Defendió que su agrupación está siendo censurada por su música, señalando que esto representa un atentado contra la libertad de expresión.
La declaración provocó reacciones encontradas en redes sociales, donde algunos usuarios consideraron la afirmación una defensa exagerada e inapropiada, mientras que otros destacaron que, aunque polémico, el discurso puso sobre la mesa el debate sobre la libertad artística.
El proceso judicial contra Los Alegres del Barranco se originó por un concierto en el Auditorio Telmex de Guadalajara, donde, según la Fiscalía estatal, se proyectaron imágenes alusivas a Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este acto fue considerado por las autoridades como una exaltación de actividades ilícitas, lo que está tipificado como apología del delito en el Código Penal de Jalisco .
Como medida cautelar, un juez dictó prisión preventiva justificada, aunque la defensa logró aplazar la audiencia hasta el 12 de mayo. Mientras tanto, los miembros de la banda no podrán salir del estado y deben pagar una garantía total de 1.8 millones de pesos.
El caso ha reavivado el debate sobre la narcocultura en México y los límites de la libertad de expresión en el arte. Mientras algunos defienden el derecho de los artistas a contar historias que reflejan la realidad social, otros argumentan que glorificar a líderes criminales contribuye a la normalización de la violencia.
La controversia también ha tenido repercusiones internacionales. El Departamento de Estado de Estados Unidos revocó las visas de trabajo y turismo de los integrantes de la banda, argumentando que no se debe dar la bienvenida a quienes ensalzan a criminales y terroristas.
En medio de esta polémica, Los Alegres del Barranco continúan defendiendo su música como una forma de expresión artística, mientras enfrentan las consecuencias legales y sociales de sus acciones.