En los vertederos de los países en desarrollo podría gestarse la próxima pandemia, según un estudio liderado por el profesor Bruce Gummow, de la Universidad James Cook de Australia, y que cuenta con la colaboración de la Universidad Mahidol de Tailandia. La investigación, publicada en la revista *ScienceDirect*, señala que estos vertederos, donde las políticas de tratamiento de residuos son más laxas, actúan como una interfaz peligrosa entre los seres humanos, los animales y el medioambiente, creando un entorno propenso para el surgimiento de enfermedades infecciosas emergentes.
El estudio destaca que, en muchos países de ingresos bajos, miles de personas sobreviven rebuscando entre los desechos para ganarse la vida. Estos recolectores informales, a menudo en condiciones de salud precarias y con acceso limitado a atención médica, se encuentran en contacto directo con animales que viven en los vertederos, los cuales son portadores de una alta carga de enfermedades infecciosas.
Gummow, experto en epidemiología, explica que las condiciones insalubres de los vertederos, donde los animales encuentran alimentos durante todo el año, aumentan la densidad de población de diversas especies, lo que eleva la tasa de contacto tanto entre animales como entre estos y los seres humanos. Este escenario favorece la rápida transferencia de patógenos y la aparición de nuevas cepas que podrían saltar de los animales a las personas, desencadenando nuevas enfermedades zoonóticas.
El estudio revisó casi 350 artículos científicos centrados en las enfermedades bacterianas, parasitarias y virales que afectan tanto a los animales como a las personas en estos vertederos. Se hace hincapié en el crecimiento de epidemias relacionadas con enfermedades zoonóticas, aquellas que se transmiten de animales a humanos, como el ébola, el Zika y la gripe aviar.
El análisis también advierte sobre el impacto de la creciente generación de desechos sólidos en las ciudades, que se espera alcance los seis millones de toneladas diarias para el año 2050. En los países de bajos ingresos, los vertederos abiertos, donde los desechos se queman al aire libre, son una práctica común, lo que aumenta los riesgos de contaminación y propagación de enfermedades.
El profesor Gummow subraya la urgencia de realizar estudios más detallados sobre las enfermedades que puedan originarse en estos vertederos, y la necesidad de una gestión adecuada y sostenible de los residuos. La implementación de políticas eficaces de recolección y eliminación de desechos, junto con un control sanitario más riguroso en estos espacios, son pasos cruciales para prevenir una posible crisis sanitaria global.
La investigación pone de manifiesto cómo la falta de control en los vertederos, combinada con la pobreza y la falta de acceso a la salud, crea un caldo de cultivo ideal para la propagación de enfermedades infecciosas, un desafío que exige atención urgente de gobiernos, organismos internacionales y comunidades locales.