La salud del senador Miguel Uribe Turbay ha mostrado una mejoría significativa en las últimas semanas, luego del ataque armado que sufrió el pasado 7 de junio. Su hermana, María Carolina Hoyos Turbay, aseguró que el proceso de rehabilitación avanza más rápido de lo previsto, lo que ha despertado un renovado optimismo en su círculo cercano. “Nuestro milagro se está formando”, declaró con esperanza.
El legislador fue intervenido quirúrgicamente para atender lesiones en la cabeza y la pierna. De acuerdo con su familia, el neurocirujano Fernando Hakim encabezó una operación compleja que incluyó reconstrucción de tejidos craneales y drenaje de líquidos intracraneales, además de la colocación de un soporte ortopédico. La atención médica especializada y la respuesta positiva del organismo han sido clave para acelerar el proceso de recuperación.
A la par del caso de Miguel, la familia enfrenta otro reto de salud: Nydia Quintero, abuela del senador y figura emblemática por su labor social, fue hospitalizada el 30 de junio debido a complicaciones respiratorias. Esta situación ha generado una doble carga emocional para los allegados, quienes han encontrado fortaleza en la solidaridad ciudadana y en su propia cohesión familiar.
Frente a la Fundación Santa Fe, donde permanece internado el senador, continúa instalado un altar improvisado al que acuden simpatizantes a rezar por su recuperación. El próximo informe médico se espera con cautela, aunque los signos clínicos y el entorno familiar apuntan a una evolución favorable.