El gobierno de Estados Unidos inició este jueves el despliegue de 200 infantes de marina en Florida, quienes se integrarán a los operativos migratorios que realiza el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) como parte de las estrategias federales para frenar el flujo de personas indocumentadas. El personal militar prestará asistencia exclusivamente en labores administrativas y de apoyo logístico.
La movilización fue autorizada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en respuesta a una solicitud del Departamento de Seguridad Nacional. Según el Comando Norte de Estados Unidos, los efectivos asignados no tendrán contacto directo con personas bajo custodia, ni participarán en actividades vinculadas con la detención o traslado de migrantes. Su función será facilitar la operatividad interna de las redadas.
Este despliegue forma parte de un paquete más amplio de apoyo militar que contempla hasta 700 infantes de marina en total, con futuros envíos previstos a Texas y Luisiana, entidades clave en la estrategia federal para contener la migración irregular. La medida ha generado reacciones divididas entre legisladores, organizaciones civiles y sectores de la comunidad migrante.
El presidente Donald Trump visitó recientemente un centro de detención en el estado de Florida, donde reafirmó que el combate a la inmigración ilegal será una prioridad de su segundo mandato. En paralelo, continúa la implementación de políticas más severas en materia migratoria, incluyendo la ampliación de instalaciones de detención y el fortalecimiento de controles fronterizos.