titulo_columna
El Mirador
Redacción

Ya era hora de ponerles un alto

La historia de los aumentos a las tarifas en el transporte urbano ha sido acompañada de deshonestidad y promesas rotas desde los tiempos de los gobiernos panistas y priístas en la entidad.  

Es difícil explicar la precariedad que existe en el transporte urbano a un ciudadano que no haya viajado en ellos. Pero imagine usted que si abordó un camión de cualquier ruta en el año 2009 y luego volvió a subir a uno en el 2022 los cambios en el servicio son nulos. Aún persisten los mismos asientos vencidos, los grafitis y demás pintas en sus paredes y respaldos. Los choferes siguen trabajando brutales jornadas de más de 10 horas 6 días a la semana; los asaltos y robos impunes no solo persisten, sino que han aumentado. 

Se podría decir que solo hay una cosa que ha cambiado radicalmente en el transporte en los últimos diez años: las tarifas.

Y es que desde hace décadas había sido la misma cantaleta, los concesionarios exigían un aumento a la tarifa por aumento de combustibles e inflación, se les recordaba sus compromisos no cumplidos desde el 2013 y ellos se defendían diciendo “ahora si los cumplimos” se aceptaba el aumento de tarifa y no pasaba nada. Esta cadena de abusos, corrupción y complicidad había seguido hasta ahora. 

Desde su campaña, el actual gobernador Ricardo Gallardo Cardona representó una esperanza para las clases desprotegidas que padecían cada año los aumentos en el transporte urbano garantizando una mejora en el servicio y volviéndolo gratuito para estudiantes. 

Es entonces digno de reconocer que, a menos de 100 días de iniciar su administración, Gallardo Cardona ya ha anunciado esta semana que a partir de febrero más de 80 mil estudiantes podrán hacer uso de tarjetas que garantizarán sus viajes en camión de manera gratuita. 

La acción no solamente representa un ahorro significativo para los jóvenes que todos los días toman hasta tres camiones para asistir a los planteles educativos, sino también un alivio para las familias que con sacrificios llevan con sus propios medios a sus hijos que no pueden costear los pasajes. 

Vale la pena destacar que el transporte gratuito para estudiantes también beneficiará a habitantes en Rioverde, Ciudad Valles y Tamazunchale. 

Aquí es donde muchos nos preguntamos ¿Por qué otros mandatarios no lo hicieron? ¿Por qué los gobiernos emanados del PRI y PAN no tomaron como responsabilidad y deber cívico el subsidiar los costos de pasaje de miles de estudiantes y prefirieron derrochar millones de pesos en obras que al final no sirvieron para nada?

Es una burla para los potosinos ver rutas de ciclo vías en puntos donde pocos circulan y que nadie respeta, peor aún, ni si quiera conectan a ninguna institución educativa que pudiera beneficiar a los estudiantes en su trayecto. 

Imagine también la burla que representa los 541 millones de pesos en la obra del Metrobús que nunca entró en funcionamiento y solo fue otro elefante blanco de la administración de Juan Manuel Carreras, ¿Cuántos años se pudo subsidiar el transporte con el dinero que se desperdició en esa obra inexistente? 

Vale la pena destacar que la promesa del gobernador por garantizar transportes seguros, modernos y eficientes está en buenas manos con el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Leonel Serrato Sánchez.

Serrato se ha mostrado a la altura de la encomienda del gobernador por garantizar que los pactos de hace casi una década entre gobierno y concesionarios sean por fin cumplidos. Tales como son cámaras de video vigilancia, acceso a internet wifi y la implementación de botones de pánico. 

Sin lugar a duda, muy pronto veremos al fin retirarse esas unidades de más de diez años de antigüedad de las calles de San Luis, así como también la llegada de modernidad y eficiencia a un servicio que durante tantos años solo era conocido por las corruptelas y los robos que los gobiernos conservadores solaparon.