Cada 14 de mayo se conmemora el Día por la Justicia para las Víctimas de Feminicidio, una fecha que no solo honra la memoria de las mujeres asesinadas por violencia de género, sino que también representa la exigencia colectiva de justicia, verdad y reparación.
Este día nace de la necesidad de poner un alto a la impunidad que rodea a los feminicidios en México, un país donde diariamente más de 10 mujeres son asesinadas y donde la mayoría de los casos quedan sin resolver o sin castigo para los responsables. En este contexto, la conmemoración del 14 de mayo se convierte en una herramienta simbólica y social para dignificar a las víctimas y acompañar a sus familias, quienes han hecho de su dolor una causa por los derechos humanos.
Más allá del recuerdo, esta fecha busca hacer visible la falta de acción de las autoridades ante una crisis de violencia que persiste. También es un recordatorio de las omisiones institucionales que muchas veces revictimizan a quienes buscan justicia, además de señalar la necesidad urgente de reformas estructurales que prevengan, sancionen y erradiquen el feminicidio.
Organizaciones, colectivos feministas y familias de víctimas realizan marchas, ofrendas, foros y actos de memoria en distintos estados del país, con el objetivo de mantener viva la exigencia de justicia y no permitir que estos crímenes queden en el olvido. También se exige a las autoridades investigaciones con perspectiva de género, acceso a la verdad y garantías de no repetición.
El 14 de mayo no es solo una fecha en el calendario. Es una voz colectiva que grita por aquellas que ya no están, que acompaña a quienes siguen esperando respuestas, y que exige un México donde ser mujer no sea una sentencia de muerte.